domingo, 17 de mayo de 2009

Los Elementales

Cuenta la leyenda que una vez vivió un rey, con un reino bastante extenso cargaba con fama de ser justo de manera implacable, cuando se cometía alguna falta se podría estar seguro que el rey no descansaría hasta encontrar al culpable, pero también aquel que se veía en dificultades pedía audiencia con su rey y este le ayudaba para salir adelante.
- Es mi deber procurar que vivas bien, velar por tu seguridad, por tu tranquilidad.- Les decía cuando le pedían ayuda.

Era por esta razón que todos sus súbditos desde el mas grande al mas pequeño, se sentían no solo tranquilos si no además le tenían respeto, cariño y obediencia.
Pero sucedió que en aquel reino empezaron a suceder cosas extrañas, el leñador que dejaba el hacha en el tronco, al instante desaparecía sin rastro alguno, el pastor reporto su carro de mulas extraviado, el reverendo no pudo llamar a misa, pues la campana no estaba en su lugar, fue entonces que todos se reunieron en la plaza exigiéndole a su rey que encontrará al culpable.
- Ha este paso - decían, - desaparecerá hasta la ropa que llevamos puesta.

El rey tenía la esperanza que aquel que estuviera realizando estos hurtos, le pidiera audiencia solicitando su ayuda, siempre había sido así, él le ayudaría. Pero los días pasaron y esto no sucedió, entonces una mañana al despertar, después de ponerse la suntuosa capa, busco entre su mesa de noche, la hermosa argolla de esmeraldas, pero había desaparecido, esto era no solo un ataque, era una ofensa, era un atrevimiento, se enfureció y mandó a sus guardias a vigilar día y noche, los caminos, veredas, todo aquel que se encontraba fuera de casa y le alcanzaba la oscuridad era entrevistado y revisado minuciosamente, pronto el pueblo evitaba salir por las noches, las fiestas alrededor de las hogueras se terminaron, aquellos enamorados que acostumbraban pasear bajo la luz de la luna dejaron de hacerlo. Sin embargo a pesar de las revisiones, de las rondas, las desapariciones continuaban, incluso se empezaban a escuchar rumores en los que decían que habían encontrado a algunos viajeros desnudos en medio del campo, el miedo traspasaba las puertas de los hogares y atacaba a grandes y pequeños.
Fue entonces que el rey justo, no sabia que hacer se mesaba los cabellos preocupado, su apariencia desmejoro mucho, se sentía abatido, no podía regresarle la tranquilidad a su pueblo, a su muy querido pueblo, ellos esperaban que él hiciera algo, que pusiera un alto, que tomara las riendas de la situación y sentado en su ventana, viendo como las luces poco a poco se iban apagando, lloro de angustia, por primera vez no sabia que hacer, entonces salio de sus habitaciones y empezó a recorrer los caminos de su reino, sus guardias al verle pasar solo hacían una inclinación, pero nadie se atrevió a molestarle, caminando llego hasta la plaza, apretó los puños aun corrían lagrimas por sus mejillas, entonces una voz grave se escucho y le dijo:
- ¡Ey! ¿Por que lloras?.

Le tomó por sorpresa, pero aun así vació por completo su angustia, desesperación, la preocupación por su pueblo. Entonces la voz le dijo:
- Manda 3 mensajeros, uno hacía el sur, donde inicia la tierra de Fuego, buscaran a la hechicera de las llamas, otro mensajero cruzará los mares hasta la tierra de los conquistadores, buscando a la hechicera de los ojos de mar y el último irá a la tierra de los vientos, buscando a la hechicera de los suspiros, los tres llevaran cada uno, un trozo de madera que yo te daré y les dirán que un buen amigo requiere de su ayuda.

El rey se quedó sin habla, pero se recobró de inmediato, llamo a sus mensajeros más veloces y los tres salieron en la dirección que el hombre había indicado, en cuanto se giró para interrogarle este había desaparecido. Pasaron varios días antes de que en el horizonte se distinguieran tres banderas roja, blanca y azul que anunciaban la llegada de extranjeros, eran los tres mensajeros con tres acompañantes, envueltas en túnicas llenas de tierra, el rey se preguntaba si había hecho bien al hacerle caso a ese viejo que ni siquiera había dado la cara, pero las cosas ya estaban hechas y no podía dar marcha atrás, las tres mujeres se reunieron en la plaza, entonces de un rincón apareció aquel hombre, que al igual que ellas vestía una tunica llena de tierra, al mirarse los cuatro, se retiraron los mantos que les cubrían y todos quedaron maravillados ante tan majestuosos seres, una de las mujeres saco un trozo de madera, y se lo entrego al hombre le dijo:
- Vinimos en respuesta a tu llamado, en que podemos ayudar a nuestro hermano.

Él les sonrió y saco también un trozo de madera semejante al que ellas llevaban, les hizo una seña y los cuatro se acercaron al rey, que aun continuaba sorprendido ante tan repentina transformación. Entonces el hombre hablo y dijo:
- Apreciable Rey, somos los 4 elementales.

Al decir esto una de las mujeres dio un paso al frente y dijo:
- Yo soy Fuego

Y al instante sus ojos se pusieron de un tono escarlata jamás visto, haciendo juego con su hermoso cabello rojo, un insoportable calor recorrió a todos los ahí reunidos, que para ese momento era todo el pueblo que había salido ante la llegada de tan extraños seres. En ese instante otra de ellas tomo la palabra y dijo:
- Yo soy Agua

Y entonces una brisa envolvió la plaza, sofocando el calor que se había sentido, sus ojos se volvieron de un azul intenso, y los caracoles de su collar parecían emitir un leve susurro musical, entonces un viento ligero les acaricio el cuerpo, la tercera mujer en un suspiro dijo:
- Yo soy Aire.

Agito las manos y las hojas de los árboles se movieron, las capas se levantaron y sus ojos se volvieron grises como un día nublado, el hombre dio un paso al frente, con su bastón toco la tierra, esta vibro y con voz grave y fuerte dijo:
- Yo soy Tierra, - y en un tono mas bajo le dijo al rey -Durante todo este tiempo que he vivido en tus tierras, he comprobado que a parte de justo eres noble y de buen corazón, cuando llegué aquí me brindaste comida y alojo, aún y cuando mi aspecto era deplorable. Es por acciones como estas, que tu pueblo te ama y cualquiera que quiera derrocarte, deberá pasar primero sobre todos ellos, eso es lo que has construido, pero esto es mas fuerte que ellos y que tú mismo, en las no tan lejanas tierras del norte, tienes un enemigo que no descansará hasta verte destruido. Así que ha mandado a sus hechiceros en tu contra, para que tu pueblo se levante en tu contra y así poder derrocarte y expandir sus dominios. Pero por aquello que has hecho por mi y por tu pueblo nosotros te ayudaremos. Mandaras que esta noche se encierren en sus casas, en las puertas colocaran un tazón con agua, otro con un puñado de tierra, el tercero con algunas brazas recién retiradas del fuego y antes de cerrar la puerta, soplaran ligeramente encima de los tres tazones, se irán a dormir y por nada, ni por nadie, escuchen lo que escuchen saldrán esta noche.

El rey sin pensarlo ordeno esto y él fue a hacer lo mismo en su propio palacio. Sucedió entonces Tierra, Agua, Fuego, Aire se tomaron de las manos la tierra vibro, un viento fuerte sopló, el cielo empezó rugir y las gotas cayeron, el suelo parecía hervir, era sorprendente verles los ojos, café, azules, rojos, grises, de un color tan intenso que parecían tener vida, entonces se empezaron a escuchar primero algunos murmullos, después se convirtieron en gritos, pequeños seres salían despavoridos tratando de huir, los hechiceros se soltaron de las manos, y con paso firme empezaron a aniquilarlos, ahogándolos en burbujas de agua, con ráfagas de viento, con llamas saliendo de los rincones, cayendo en grietas que se abrían bajos sus pies y que después se cerraban, literalmente la tierra se los tragaba. Al amanecer de esa larga noche los habitantes salieron de sus casas y comprobaron que en lugar de tazones, estaban aquellas pertenencias que les habían robado, el rey estaba feliz y afanosamente buscaba entre la multitud a los hechiceros, tanto les debía que aun no sabia como agradecerles, pero al llegar a la plaza, solo hallaron una inscripción tallada en el tronco del árbol mas grande y viejo que decía así:

Con el Fuego de la pasión, con la fuerza del Agua al correr, la Furia del viento al soplar, la Tierra entera temblará para hacer justicia.

Desde entonces y hasta ahora, todas las noches se coloca en la ventana tres tazones, uno con brazas, otro con tierra, otro con agua, se lanzan tres suspiros y se duerme tranquilo por que se sabe que las damas del cabello de fuego, de los ojos de mar, de los suspiros eternos y el caballero que con su bastón hizo temblar la tierra nos protegen desde donde estén. ¿Y tú también los haces?

6 comentarios:

  1. auch!! creo que me excedí jajajajaja, perdón es que pues mmm no sé me dió por escribir un cuento, creo que no me quedó como yo queria, pero necesitaba mostrarselos.

    Hermanita aqui seguimos, digo ya dejé mis tres tazones con un suspiro en cada uno de ellos a ver si los elementales me traen de vuelta a mis hermanitos.
    Te quiero y te mando miles de besos

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  2. Escucha mi niña. Necesito leer todo con calma. Hoy es mayo 18, domingo. necesito éste día para leer y que me vuelvan a meter al devorador, invitándome a esta misma cuenta. En seguida, después de leer con calma, vendré a comentar y luego, una vez dentro, volveré a escribir.

    Gracias.........totales!!!

    Las quiero mucho!
    Smuach!

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  3. Increible!
    No puedo decir más.

    Estoy megasorprendido con semejante cuento. Impresionado y a la vez apenado por no leer antes.

    Carambolas y recórcholis.

    Vaya inspiración. Si pareces la hermanita Grimm.

    FELICIDADES MI NIÑA!

    Boquiabierto me dejaste princesa.

    Te quiero.
    Smuach!

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  4. Es senciallamente maravilloso mi niña!!!

    No sé como lo querías, pero como está es perfecto!!!

    Y los elementales ya nos trajenon a uno de nuestros hermanitos de vuelta!!!

    Ahora los tazones estarán en espera de nuestra niña hispana a quien tanto queremos!

    Bienvenido mi niño!!

    Estoy absolutamente feliz de tu regreso!!!

    Los quiero!!!
    Besos

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  5. Yo digo corazón, sabes en que dia vives???

    Je, je... Mayo 18 es LUNES, je, je...

    Me encanta que estés acá, no importa si tu almanaque se volvió loco, ji, ji, ji.

    Te quiero!!!

    Y a tí también Lupis!!

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  6. je, je, je
    Ah chirrión!
    Pues sip, chanclatelas! se me fue el avión.

    Jo, jo
    y si es mayo?????

    Por si las moscas, hoy Lunes de sepa la bola qué mes y de sepa la bola que año, verdaderamente os digo:

    Estareis conmigo en el paraíso!

    Jo. Sigo con el avión perdido, Sorry

    Las quiero mucho!!!!!!!

    Smuach!

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