Por siempre…

No necesito ver a mi amigo con toda la frecuencia que deseara, porque sé que me acompaña, que camina a mi lado, que sigue mis pasos… y lo hará por siempre.

No necesito decir que es mi amigo, por que lo gritan mis actos, lo confirma mi alma y sobretodo sabe que estaré para él cuando lo quiera, aún y cuando el mundo se detenga… y eso será por siempre.

No necesito solicitar un regalo divino, porque sé que mi amigo no pide otra cosa al cielo que no sea compartir la sonrisa y encontrarnos de vez en cuando, entregarnos un segundo que será atesorado en nuestros corazones… y que eso significará un regalo que perdurará por siempre.

No necesito la comunión con ninguna otra alma, porque sé que mi amigo es leal, sincero, desinteresado, que está conmigo, que me acepta con virtudes, respeta mi individualidad, me hace ver mis errores, soporta mis defectos… y me querrá por siempre.

No necesito escuchar a mi amigo, sé que con solo mirarle a los ojos me dirá aquello que necesita, y yo sin necesidad de decirlo permaneceré a su lado… y esto lo haré por siempre.

La amistad y el amor que tengo a mi amigo perduran, se fortalecen en cada instante, por que no conocen de fronteras, de tiempos, de espacios… y sé que así será por siempre.

No requiero de nada más, porque amo a mi amigo. No necesito decírselo. Me ama. No necesita decírmelo… y nos amaremos por siempre.

Letra compartida: El cuervo y su extraño mundo… pequeñísima aportación de Caliope.