No estás...

¿Porque no estás cuando te necesito?

Nunca logro alcanzarte,

ni siquiera en mis sueños puedo abrazarte.

Pero no importa porque igual yo te siento,

aunque no estés cuando todo es negro,

cuando las sombras acechan mis recuerdos.

Siento la daga incrustarse en mis entrañas,

se desgarra mi alma y ya no soy nada.

Solo queda mi oscura ánima que no puede hallar

la puerta que me permita escapar de este tormento.

Así que me quedo vagando, en el oscuro abismo del tiempo,

donde todo es nada y las lágrimas se transforman en hielo.

Pero aún en ese oscuro infierno, te sigo sintiendo.

Aunque ya la vida se me está escurriendo,

se que muero, porque ya no te tengo…

Esto es el amor.

Hace tiempo tuve una idea que poco a poco tomó forma en mi mente, paso a paso fui coleccionando suspiros en la oscuridad, buscándome y encontrándome en los resquicios mas apartados de lo que soy. Vague por las ruinas de lo que fui, perdiéndome entre la oscuridad que me rodeaba. Descubrí que sin esperarlo incluso sin pensarlo una noche cualquiera aparece un pequeño haz de luz, puede producirse un carnaval de caricias porque aun creyéndote en la soledad y en la mas inmensa oscuridad, puedes descubrir una verdadera amistad y a pesar de que quizá puedas contarlas con los dedos de una mano o tal vez sea solo otra voluntad. Aunque te sientas, muy de vez en cuando abandonado hasta por tu sombra. Te das cuenta que el amor no es tan malo como creías. Es algo que no se entiende. Y es que el amor también es amistad.

El amor no es solamente ese muñeco vudú con alitas de cupido al que crees manipular. Es una bomba de tiempo que recomiendo explotes en tu corazón. Le salen átomos de luz en forma de besos y abrazos, en su estallido inunda tus mejillas, acelera el pulso y te roba suspiros, te corta la respiración. De verdad deberías intentarlo.

El amor no es la recomendación al suicidio en una pareja o en otra piel o en la ansiedad. El amor vive si encuentra un amigo, si encuentra amistad. Busca y consiente a ese amor simple, al más simple de todos los amores, el más sincero, el más nítido, el único transparente... Ese que da sin esperar recibir nada a cambio, que se entrega por completo, comparte el tiempo, el espacio, el alma, la vida misma.

Sabes el amor y la amistad son palabras comunes, tan comunes que son difíciles de explicar, adornan tu alma con globos de múltiples colores, algunos con forma de mariposas que se regodean en tu vientre y en el tránsito hacía tu corazón te encienden, te producen una metamorfosis en la mirada y esta empieza a respirar. Poco a poco baja a la garganta, reincide en tu corazón y entonces suspiras una vez más. Pero esta vez en ese suspiro se va el alma.

El amor es más que el invento para vender o comprar cariño, es menos cursi que su definición, es más noble que su pingüe representación, es menos torpe que su confusión, es menos complejo de lo que nos han querido mostrar en estos tiempos. El amor es la mejor paga por ser honesto contigo y con tu extremo. El amor es… el Amor.

Tan solo dime si no es cierto... El amor esta en tu mano ¿no? Lo puedes acariciar, contemplar, lo tienes ahí justo en tu puño.
Pues míralo de ésta manera... tú eres mi dedo... no solo una parte más de mi mano, eres mi dedo más importante.
¿Soy acaso tu dedo también?
Mira que un dedo lo dice todo y mi índice elegido para ti te señalará eternamente.
Desde el momento en el que te entregue mi ser, desde el momento en el que pude llamarte amigo, te elegí... ¿Tú ya me elegiste?

Letra compartida: El cuervo y su extraño mundo… pequeñísima aportación de Caliope.

Por siempre…

No necesito ver a mi amigo con toda la frecuencia que deseara, porque sé que me acompaña, que camina a mi lado, que sigue mis pasos… y lo hará por siempre.

No necesito decir que es mi amigo, por que lo gritan mis actos, lo confirma mi alma y sobretodo sabe que estaré para él cuando lo quiera, aún y cuando el mundo se detenga… y eso será por siempre.

No necesito solicitar un regalo divino, porque sé que mi amigo no pide otra cosa al cielo que no sea compartir la sonrisa y encontrarnos de vez en cuando, entregarnos un segundo que será atesorado en nuestros corazones… y que eso significará un regalo que perdurará por siempre.

No necesito la comunión con ninguna otra alma, porque sé que mi amigo es leal, sincero, desinteresado, que está conmigo, que me acepta con virtudes, respeta mi individualidad, me hace ver mis errores, soporta mis defectos… y me querrá por siempre.

No necesito escuchar a mi amigo, sé que con solo mirarle a los ojos me dirá aquello que necesita, y yo sin necesidad de decirlo permaneceré a su lado… y esto lo haré por siempre.

La amistad y el amor que tengo a mi amigo perduran, se fortalecen en cada instante, por que no conocen de fronteras, de tiempos, de espacios… y sé que así será por siempre.

No requiero de nada más, porque amo a mi amigo. No necesito decírselo. Me ama. No necesita decírmelo… y nos amaremos por siempre.

Letra compartida: El cuervo y su extraño mundo… pequeñísima aportación de Caliope.

Trazos

Cerré los ojos, los dedos recorrieron el viento, te imagine a mi lado, recorrí tu espalda, acaricie tu cabello, me perdí en tus labios, desee que el tiempo se detuviera, continúe lanzando trazos al viento dibujando tu silueta y entre suspiros anhelaba que tomaras vida, una lágrima rodó, imagine incluso un abrazo, sentí tus manos acariciando mis mejillas, tu cabello enredado entre mis dedos, mis labios sobre los tuyos, tus ojos enlazados en una mirada eterna con los míos, tu aliento junto a mi cuello, estremeciéndome por completo. Incluso alcance a escuchar tu voz en medio del silencio. Baile con aquellos trazos, tu piel de tinta se mezclo con mi piel que palpita.
Una brisa recorrió la habitación, pensé que eras tú, abrí los ojos y entre las manos solo un trozo de papel y tinta. Algunos trazos dibujados de lo que pareciera ser una silueta, sin embargo no estabas. Pero me aferré al sueño, tome el pincel y entonces cerré los ojos nuevamente, si yo no podía tenerte a mi lado, al menos por medio de trazos me fundiría a ti. Dibuje una nueva silueta unida a la primera, tinta a tinta, trazo a trazo. El tiempo se detuvo, la magia apareció y tal como había soñado nos volvimos uno, me refleje en tus ojos, bailamos… Nos fundimos en un beso.
Mañana quizá mañana, la tinta se convierta en sangre y los trazos… los trazos los dibujes en mi piel.

En la noche…

¿Que estás haciendo con tu vida?

¿Que es lo que pasó?

¿Como fue que claudicaste

con ese ser de las tinieblas?

¿Como puede ser que no veas

que es lo que quiere de ti?

¿Cómo puedes ser tan ciega?

¿O es que quieres serlo?

Permaneces incólume

y lo aceptas…

Dejas que destruya tu vida

y también lo aceptas…

El único momento en que vives

es en la noche cuando lo esperas.

Y le dices:

“Te recibo con mis manos abiertas”

“Tu sed será satisfecha”

Él llega volando

Tú te recuestas…

Tu cabeza en alto…

Tu cuello expuesto…

Y te entregas…

Comienza el banquete...

Cubierto de sangre

el amor se alimenta.

Miradas

Te intuyo cuando me miras,
ojos granujas, pícara boca,
ladronzuelo de mi cuerpo,
jugador al azar de tus dedos
y la suerte, sonriendo.

Un beso al aire, un chasquido,
atrapado, ¡ya es mío!,
un guiño y te derrito.

¿Dónde vas charlatán de mis suspiros?
un pequeño salto, un giro,
¡atracador de gemidos!
una mueca y te sonrío.


Róbame con tus retinas,
quédate con lo que ves
y luego cierra los párpados,
ahora, soy yo quién te miro.