martes, 4 de noviembre de 2008

Mío


Eres mío, en cada uno de tus suspiros, en tus caricias, en tus manos , en tus besos, en tus abrazos, en tus palabras, en ti, todo completo. Eres mío, así sin pedirte que modifiques absolutamente nada, incluso cuando te enojas por que las cosas no resultan, cuando llegas enfadado y no quieres hablar, cuando sonríes como un niño que acaba de cometer una travesura, cuando me guiñas un ojo y me haces cómplice de tus secretos, cuando aprietas los puños ante la impotencia de no saber que hacer o que decir, cuando me abrazas bajo la lluvia, cuando me siento protegida por ir a tu lado, cuando sin decirme una sola palabra, con una caricia me haces saber que me necesitas. Y entonces te siento, te respiro, te hago mío, sin reservas, sin temores, vuelvo la mirada, y te encuentro ahí, caminando a mi lado, escribiendo conmigo historias sin fin, navegando entre remolinos, suspirando, cazando mariposas, viviendo conmigo huracanes de pasión... Eres mío, y soy tuya, por que a tu lado suspiro compartiendo contigo mi aire, por que cerca de ti soy lo que soy, sin mascaras, sin antifaces, mostrando mi oscuridad y mi luz. Eres mío, por que te necesito, por que si no estas, a mi corazón le falta una parte, necesito de ti para reír, para llorar, para gritar, para volar, prestándome tus alas. Y es que eres mío, en el instante mismo en el que tus labios acarician los míos, en el que tu ser se confunde con el mío, haciéndonos uno, confundiendo tu piel con mi piel, tus manos con las mías... Tu alma y la mía, se complementan formando un nosotros. Eres mío, en la noche y en el día, en la cercanía y en la distancia, por que te pertenezco y me perteneces. Y en esta correspondencia, también soy tuya, en toda mi esencia, en todo mi ser, por que cuando estoy contigo, el tiempo parece detenerse, el mundo gira alrededor, y mis segundos, minutos y horas parecen nada... Por que eres mío y yo, yo soy tuya.

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