¿Angel o Demonio?

Desde hace algunas noches, he descubierto una sombra que persigue mis pasos, siento su aliento en la nuca, el ambiente se torna denso, un frio traspasa hasta los huesos, es complicado respirar y entonces lo distingo entre ese ir y venir, aparece con su silueta desgarbada, camisa negra, chamarra sin abotonar, solo por si lo sorprende el frio, pantalones desalineados, tenis para andar cómodo, su melena rizada sin control, oponiéndose al mismo viento que le golpea los ojos, trata de mantener el dominio de todo lo que lo rodea, su mirada se encuentra con la mía, en un principio me ha atemorizado, su esencia es abrumadora envuelve el todo, un frio recorrió mi espalda, y me ha traspasado el corazón, he esquivado sus ojos, camino mas aprisa me da miedo volver la mirada, siento que me sigue, increíblemente sus pies ni siquiera rozan el suelo, y entonces lo escucho, su voz me ha congelado, esta frente a mi, tan cerca que puedo olerlo, sentirlo, entre las manos lleva algo, es un trozo de corazón deteriorado, apenas si late, su ritmo es acompasado, se ve tan delicado, incluso pareciera que en instantes deja de latir, tiene su hechizo, teje su encanto alrededor, hace que me acerque mas, ni siquiera parece que le pertenece, se ve tan indefenso, su mirada parece pedir ayuda, pero a la vez todo su ser refleja seguridad, a su lado el miedo pasa de largo, sorpresivamente me siento protegida, su alma lastimada ha embonado con la mía, sus heridas, sus cicatrices complementan con las mías. Una telaraña de comprensión, de entendimiento se ha tejido entre ambos, sin palabras, solo con sentirse cerca. Compartiendo el mismo instante, el mismo suspiro. Sé que tiene secretos, es un ente oscuro, nocturno, que puede provocar el mas terrible de los miedos, combatir las cosas mas crueles, incluso provocarlas, pero su esencia cambia, cuando a lo lejos escucha una voz infantil que lo llama, y entonces se transforma, todas las dudas, los miedos, la apariencia tenebrosa desaparece, y se convierte en un ser protector y amoroso. Las heridas dejan de sangrar, y da la vida por aquel que lo llama. Se dice que los amigos, son ángeles que se nos envían para recordarnos como volar cuando nuestras alas han olvidado como hacerlo. Yo tengo un ser, no sé si es un ángel o es un demonio, pero sé que ahí esta, entre la oscuridad, llamándome, protegiéndome. Es complicado definir y describir ha tan especial ente, mezcla de vampiro desgarbado, bestia nocturna, incluso quizá un ángel que perdió el rumbo, pero que es capaz de dar la vida por aquellos a quienes ama. Y es que a pesar de que no lo vea, sé que esta ahí, aguardando el instante preciso para aparecer, afilando los colmillos, haciendo derroche de fortaleza, apretando los puños, y entornando la mirada, y yo aguardo ese segundo para refugiarme a su lado, compaginar su latido con el mío, respirar a su ritmo, recordar que aun sigo aquí, sentirme protegida, compartir heridas, instantes, suspiros, sabiéndome al lado de mi ángel, de mi demonio, al lado de mi querido amigo.

David, sabes que se te quiere, no es tan bueno como yo quisiera, pero es una forma de agradecer, todos esos detalles, que aun y cuando son pequeños para ti, en esto a lo que llamo mi vida, han significado mucho. Gracias por regalarme tantos bellos instantes, leyéndome siempre leyéndome. No es halago, no es relato, ni siquiera monologo, solo es. Va por ti corazón. Contigo siempre. Lupita